En la reciente edición de “Big Brother Brasil 25”, Diogo ha tomado un papel protagónico al alertar a su madre, Vilma, sobre la importancia de interactuar en la casa y enfrentar los conflictos. En una conversación en el jardín tras la eliminación de un participante, Diogo instó a Vilma a no dejarse intimidar por los comentarios de otros y a ocupar un lugar activo en los grupos dentro de la casa.
Diogo, quien se describe a sí mismo como poeta y psicólogo, comentó que muchos concursantes tienen miedo de involucrarse, lo que puede paralizarlos. A pesar de la timidez de Vilma, él enfatizó que es fundamental que ella rompa esa barrera y se muestre más. Según él, su escasa interacción podría dificultar su posicionamiento en el juego, ya que es una de las pocas participantes que se ha mostrado firme en sus opiniones.
Durante una de sus intervenciones, Diogo también criticó a sus compañeros por esperar a que surjan conflictos solo durante las dinámicas programadas. Insistió en que el juego se desarrolla las 24 horas del día y que los concursantes deben aprovechar cada momento para construir sus narrativas.
La conversación entre madre e hijo dejó en evidencia no solo las tensiones internas en la casa, sino también la dinámica del programa, que se sostiene sobre la interacción constante de sus participantes. Vilma, a pesar de sus momentos de risa y baile, necesita más presencia para consolidarse como un personaje fuerte. Diogo, por su parte, mantiene una actitud desafiante, afirmando que aquellos que no lo aceptan tendrán que lidiar con su presencia.
El debate sobre cómo enfrentar las interacciones y los conflictos sigue siendo central en esta edición del reality show, mientras los concursantes buscan su lugar en la narrativa que el público está formando. Sin duda, este tipo de dinámicas hará que los próximos episodios sean aún más interesantes.